Normalmente, cuando conozco a alguien, me puede caer más o menos bien. Puedo tener o sentir más o menos afinidad, se puede crear una relación de más confianza o de menos, a veces no se puede elegir. Con todo esto ya estoy acostumbrada, ya llevo mucho tiempo conociendo a gente, y supongo q ya las cosas me sorprenden menos. Con lo que no estoy acostumbrada es con la cercanía de algunas personas, me explico; yo soy becaria, y muchas veces noto que las personas te marcan las distancias (no todo el mundo, evidentemente), te hacen saber, con la forma de decir las cosas, q tu estás a su servicio, q no eres parte de ellos (eso de forma sutil, tampoco son muy brutos). Como estoy acostumbrada a este entorno, no me sorprende tanto, aunque muchas veces no lo lleve bien.
A lo q no estoy acostumbrada (y me repito con mi español catatónico), es con la cercanía. En mi departamento hay una chica que tiene un rol importante dentro de la organización, y creo q es una de las personas más cercanas q he conocido nunca. Siempre que le preguntas algo te contesta, de una forma atenta. Nunca la he visto de mal humor, la viene a ver mucha gente, y siempre trata con el mismo encanto a todo el mundo. Y te lo crees, no está actuando. Me conmueve.