Friday, April 07, 2006

Hay veces en las que se tiene q tomar una decisión complicada. En mi caso, ha llegado uno de estos momentos. Se trata de mi reloj. Mi reloj no lo escogí yo, fue un regalo de cuando mis padres empezaron un plan de pensiones en no se qué banco. De esto ya hace mucho tiempo. Resultado: mi reloj es viejecito, pero hasta ahora no he tenido que invertir mucho en él (solo cambiar las pilas, y alguna que otra correa).
Últimamente me hace el tonto. Ya he ido dos veces al relojero corte ingles, pq se me paraba. La primera vez el señor Inglés me dijo q le había dado un golpe. Me extrañó. La segunda, q necesitaba q se lavara de dentro, o sea, que se sacara todas las piececitas que lo componen y que se lavaran, todo enterito. Pregunté presupuesto, 24 euros. Claro, la situación ha cambiado. Ahora se trata de una inversión gorda, teniendo en cuenta lo que vale el objeto en cuestión. Encima, con mi sueldo de becaria novata todavía más. Mi dilema es si cambiar de reloj o no. Mi tendencia consumista me dice que cambie, pero a mi parte emocional le da pena desprenderse de él, hemos vivido muchas cosas juntos. Creo q voy a apostar por lo último, pq ya forma parte de mi.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home